
Bye Bye Darling. Como diría La reina Isabel este 2019 para Gran Bretaña es un “agnus horribilis”, y no lo digo sólo a propósito del Brexit, me quiero referir a la defunción, a los 81 años , de Sir Terry de Havilland apodado como “ El zapatero del Rock n Roll” tanto por su actitud vital como por el estilo de sus creaciones.
No sé si habrá vida después de la muerte pero desde luego Terry vivió rápido, murió mayor y dejó un cadáver bien usado, como corresponde a una auténtica leyenda del Rock, sin dejar de ser un “True brit”. Su aportación al mundo de la moda y que le concede un merecido lugar en el Olimpo de los diseñadores es ser el legítimo autor de las ”Rock Start Platforms” tal como las lucieron sus amigos David Bowie y Marc Bowl.


Tampoco sé si nuestro destino está escrito, pero Terry nació para ser un zapatero prodigioso, ya que viene de una estirpe de artesanos del calzado. Pasó su infancia jugando con hormas y retazos de cuero, comenzando a aprender el oficio a los 5 años en la empresa familiar. Su imaginario artístico y erótico se forjó en esta época, atendiendo a la adinerada clientela del West End, observando como se calzaban las coristas de los teatros del Soho los tacones peeptoes y como se ataban las correas a los tobillos. En este periodo de postguerra, vio como su padre hacía zapatos con chatarra, así que tanto sus ideas desenfrenadas sobre materiales, formas y colores ya surgieron en su niñez, así como su atracción por los pies elegantes y el andar sexy. Bye Bye Darling

Londres a finales de los 60 era la capital mundial de la música y la moda, eran los años de la Psicodelia, la revolución sexual, la exaltación de la libertad que en la moda se tradujo en una ruptura de los roles de género, ellas se adaptaron al pantalón, y ellos adoptaron elementos de vestir tradicionalmente femeninos, exhibiendo una actitud provocativa que dio lugar al denominado Glam Rock, una estética que comenzó a explorar el atractivo teatral y la exageración de la moda de los años 40. En este contexto surgió su fantasía más exitosa, inspirada por los zapatos de tacón, plataformas y cuñas encontrados en el desván de su padre, que reinterpretó haciendo coloridas muestrasco triple plataforma, usando pieles de serpiente metalizadas y decoradas con extravagantes detalles, el propio Terry reconoció que en aquella etapa creativa “estaba tomando mucho ácido”, esas muestras fueron vendidas por un amigo en el mercado de Kengsinton y fueron un triunfo instantáneo. La fábrica familiar apenas podía hacer frente a la demanda. De hecho, se puede decir que su padre murió de éxito ya que en el año 1970 se electrocutó en la misma fabríca, sólo descansaron 5 días y se continúo con la producción.

En 1972 fundó su mítica zapatería en Chelsea, “Cobblers To The World” según cuentan las crónicas era el epicentro de la fiesta. Por allí desfilaron las más ilustres figuras del momento y su fama traspasó las fronteras de la isla con clientela internacional como Jackie Onassis (Botas altas con lazos rojos), Rudolf Nureyev (botas de pitón), otro hito en su carrera fue crear los tacones que lucía Tin Curry´s en The Rocky Horror Picture Show… Su target estaba claro, tacones para no pasar desapercibido y además poder bailar toda la noche subido en un pedestal. Bye Bye Darling
Pero la fiesta terminó y la compañía se vio obligada a cerrar en el 1979, las finanzas no eran su “cup of tea”, a pesar de ser un visionario que experimentó con materiales como el PVC y crear tacones de aguja transparentes, ideas que posteriormente fueron rentabilizadas por otros diseñadores y que no supo explotar.

He leído algunos artículos que le acusan de no haber entendido la evolución de la moda, lo cual es “absolutly fake” pues en la década de los 80 creo otra marca “Kamikaze” inspirado en la cultura punk, eran modelos con tachuelas y calaveras que no tuvieron tanto éxito y volvió a quebrar en 1989. Cumpliendo su sino, en la década de los 90 resurgió creando una nueva marca “Magic Shoes” volviendo a las plataformas, especializándose en botas de latex y calzado “fetish” que se hicieron populares entre los clubbers de los años 90. De hecho su resurrección como zapatero de celebrities, fue gracias a Cher que al reencontrarlo en Londres en 1995, encargó 13 pares para ella y su amiga Bette Midler, ambas lo habían echado de menos durante la pasada década (Pensaban que Terry de Havilland era,francés, gay y estaba muerto). Cierto que durante un tiempo cayó en el olvido mediático aunque nunca dejó de trabajar, Gracias a MiuMiu volvió a estar en el candelero ya que les demandó en el 2003 por copiar descaradamente el modelo que le hizo célebre.

A comienzos del siglo XXI, una vez más se arruinó al no poder competir con el mercado global aunque su prestigio fue reconocido y el chovinismo inglés le reserva un lugar de honor en su Historia, concediéndole premios por su contribución al mundo de la moda.
Las nuevas “celebrities” seguían cayendo a sus pies, teniendo clientas como las Spice Girls, Amy Winehouse, Sienna Miller, Madonna, Dita Von Tease, Marilyn Manson.

Quiero destacar como embajadora de su marca Kate Moss , amiga y cliente fiel a sus icónicasnplataformas, que duda cabe de que ambos comparten las ganas de fiesta, el espíritu rebelde y la elegancia innata (Le hizo los famosos zapatos de su boda que llevaban inscrito en la suelas “F*ck Me y F*ck You respectivamente).
Murió a finales de Noviembre del 2019, sobriviviéndole sus 3 hijos de tres mujeres distintas, todas calzaban size 4.
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